jueves, 1 de junio de 2017

¿Reencarnación?

El tema de la reencarnación me lleva fascinando desde hace bastante tiempo, pero ¿existe realmente la reencarnación? Hasta ahora no parece que se hayan encontrado suficientes pruebas ni para aseverar su existencia ni para negarla. Desde los años setenta hasta bien entrado el siglo XXI, Ian Stevenson, un bioquímico, médico y profesor universitario, se dedicó a estudiar este tema y buscó pruebas científicas que avalaran la certificación o no de la verdad en este asunto. Consideró que sería más objetivo este estudio si lo enfocaba fundamentalmente sobre niños en lugar de adultos, pues creyó que éstos podrían ser más objetivos en el relato de sus vivencias al no estar totalmente imbuidos de la cultura en la que vivieran, con los prejuicios y creencias que cada sociedad enseña a los suyos.

Intentó ser lo más objetivo posible, y tuvo que vivir el descrédito en el que muchos de sus colegas lo colocaron al burlarse de unas investigaciones que consideraban absurdas. Sin embargo, a Ian Stevenson no me parece nada absurdo, sino más bien todo lo contrario. Partía de una base que comparto y es que resulta sumamente difícil, por no decir imposible, reproducir experiencias llamadas parapsicologicas -término con el que no estaba en absoluto de acuerdo- en un laboratorio, pues suelen tratarse de experiencias espontáneas y por tanto muy difíciles de comtrolar.

Ian Stevenson publicó diversos libros sobre sus estudios. En ellos aclara  muchos conceptos y deja vía libre a la especulación. ¿Existe la reencarnación? ¿Una persona puede vivir varias vidas en diferentes cuerpos? ¿Podría tratarse de simple imaginación fomentada por el deseo de que esto sea así? ¿Podría tratarse de una memoria genética que se transmite de unos humanos a otros? La duda ahí queda, pero el estudio bien merece la pena.

Ciertas culturas han promovido esta creencia, mientras que otras la han desechado de manera drástica, alegando que podría influir de manera muy negativa en la ética de la sociedad. ¿Cómo? Los detractores de esta visión nos vienen a decir que si alguien cree que puede vivir más de una vida, podría dedicarse a delinquir pues ya resolvería la situación en otra de sus reencarnaciones. Sin embargo, yo veo las cosas de otra manera. Creo que tener presente la posibilidad de la reencanación elimina mucha ansiedad además de aportar gran conocimiento. 

Cómo se elimiina la ansiedad resulta claro; uno no se obsesiona con lo que le falta o con lo que le sobra, pues puede tranquilizarse al ver que aquel objeto de su obsesión actual bien pudo ya experimentarlo en otro contexto, o lo disfrutará en el futuro.

Y como enseñanza, pensar en la reencarnación puede aportar una profundización que nos puede ayudar en nuestra vida. Yo siempre digo que cuando una persona cree haber sido otra en una vida anterior debería más que fijarse en la veracidad o no de esa sospecha, en lo que puede aprender de los logros y fracasos de quien asegura haber sido.

Pero hay un punto muy relevante sobre el que se debería  reflexionar y es que, anque exista la reencarnación, la persona que uno es en el momento presente es irreptible. Puede que vuelva a nacer como ser humano, pero no como la persona que ahora es. Por supuesto que puede repetir un cierto fondo, unos ciertos rasgos psicológicos así como físicos e incluso ciertas tendencias, pero cada reencarnación supone un ser irrepetible. Y eso, a mí me parece que es algo muy pero que muy importante y que nunca debemos olvidar para que nos dediquemos a desarrollar la vida presente y conseguir la mejor versión de lo que uno es en ella. No desaprovechar la oportunidad que nos ofrece cada vida podría constituir una gran lección para convertirnos en maestros de la misma y quizá lograr incluso componer un gran tapete de todas las vidas.



*  La  imagen pertenece a El Oráculo de los Ángeles de Mario Duguay